Los socios fundadores, habiendo vivido el duelo en la propia familia, hemos percibido que un grupo de personas preparadas para ayudar en procesos de duelo, aunque sólo fuera acompañando, podría paliar el sufrimiento y facilitar el camino hacia una vida que ya nunca será como antes.

Nuestra dolorosa experiencia nos ha llevado al conocimiento de otras personas que han pasado por pérdidas de seres queridos, y todos coincidimos en la conveniencia de crear un centro de atención en Mallorca que dé apoyo, acompañamiento e información a las personas que recorren el proceso del duelo, y en el que también se estudie el tema de la muerte y sus consecuencias, como son las dudas que genera y las preguntas que surgen.

La pérdida  de un ser querido genera una fuerte crisis existencial. Pero, si cuando nos vemos hundidos o en plena caída, sentimos la mano amiga de alguien que ha pasado por lo mismo, entonces hay la posibilidad de remontar. La persona nunca volverá a ser la que era, pero puede recuperar las ganas de vivir. La palabra y la escucha nacidas de la experiencia curan.

En la Asociación Cáveri nos hemos dado cuenta de que hay mucha gente de toda edad y condición que sufre por distintas causas y necesita sentirse escuchada por personas capacitadas.

Hoy se puede afirmar que la necesidad de ser escuchado se ha convertido en una verdadera demanda social.